Venezuela desesperada por que China compre más petróleo
Por Julianne Geiger – 1 de mayo de 2025, 1:30 PM CDT
El sustento petrolero de Venezuela se está desmoronando, y no se debe solo al colapso de la infraestructura o a la mala gestión crónica. Es la geopolítica, las sanciones y la desesperación, todo lo cual se arremolina alrededor de Caracas mientras Estados Unidos cierra la puerta.
La semana pasada, la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, llegó a Pekín con una petición urgente: Compren más petróleo. ¡Rápido! Con la expulsión del país de Chevron y otras empresas extranjeras por parte del presidente Trump antes del 27 de mayo e imponiendo aranceles del 25% a cualquiera que se atreva a comprar crudo venezolano, Caracas lucha por asegurar su único cliente petrolero restante: China.
Pero Pekín no está precisamente ofreciendo una cálida bienvenida. Según informes, los funcionarios chinos quieren descuentos aún mayores en los barriles venezolanos y están renegociando contratos, porque cuando eres el único comprador que queda, ¿por qué no presionar?
Mientras tanto, el panorama de las exportaciones ya se está deteriorando. Los envíos cayeron casi un 20% en abril, ya que PDVSA canceló anticipadamente los embarques de Chevron. «Barcos zombi» —petroleros camuflados en buques legítimos— ahora navegan desde la costa venezolana, intentando ocultarse de los sistemas de rastreo global. Eso no se hace a menos que se esté desesperado.
China, con diferencia el mayor acreedor de Venezuela, sigue cobrando los reembolsos de sus préstamos en petróleo. Pero incluso ese flujo se está reduciendo. La producción de Sinovensa —antiguamente la empresa conjunta más importante de CNPC y PDVSA— ha caído a 103.000 bpd, frente a los 160.000 de 2015.
Ahora, el equipo de Trump amenaza abiertamente con «consecuencias» para cualquier nación que continúe comprando crudo venezolano, insinuando que las sanciones secundarias podrían afectar a China a continuación. Para una economía que ya se tambalea, la pérdida de su único cliente petrolero importante podría ser catastrófica. Las reservas del banco central de Venezuela se están agotando, el bolívar se desploma de nuevo y la inflación está a la orden del día.
Rodríguez calificó su viaje a China de «confidencial» y «extremadamente feliz». Algunos, en cambio, lo consideran un Ave María.